Rabia es la historia angustiosa de Jose María, que tras un grave incidente se esconde en la buhardilla de la mansión donde trabaja su amor, Rosa. Allí se convertirá en un fantasma testigo de la vida de los dueños y de Rosa, sin poder hacer nada ante las injusticias de las que es testigo. Tendrá que ingeniárselas para vivir desde la buhardilla: buscar comida o poder hablar con Rosa, al tiempo que deberá huir de su propio yo interior CLAUDIO TOLCACHIR VUELVE
Claudio Tolcachir (Argentina) recaló en España hace unos años y pronto destacó como director. Su mochila estaba repleta de un buen hacer teatral en Argentina, como actor y director, y de los montajes con su productora Timbre 4. En España, principalmente ejerció de director. Ahora vuelve al escenario, pero como actor. Se encara con un monólogo que ha adaptado en comandita conLautaro Perotti, María García de Oteyza, Mónica Acevedo. El monólogo mantiene el mismo título de la fuente de donde procede, Rabia del argentino Sergio Bizzio, Premio Nacional de Cultura en la categoría de letras, en 2022, en Argentina. Claudio no es un desconocido en el Teatro de la Abadía, ya que había estrenado como director Próximo y Copenhague (CLICK). Cuando Claudio presentó el proyecto se barajaron varios actores importantes, pero el propio Juan Mayorga, director artístico del Teatro de la Abadía, le espetó: «¿Porqué no tú?» . La sugerencia no era descabellada, ya que Juan descubrió a Claudio interpretando espléndidamente Las tres hermanas (Chejov) con dirección de Veronese. La decisión de la interpretación de Claudio junto al texto de Bizzi, sumaban un plus al proyecto presentado. Otro aliciente era la incorporación a la dirección de Lautaro Perotti, cuyo último trabajo ha sido La habitación blanca (CLICK). UN «THRILLER» MUY IRÓNICO, Claudio Tolcachir describe la experiencia de Rabia teatro como una serie de insomnios. El primer insomnio fue la novela
Rabia la había leído hace años y nunca me abandonó. Me obsesionó y robé muchas cosas para otras obras. La idea de alguien oculto me parecía maravillosa. Cuando planteé la propuesta, no teníamos ni idea de cómo hacerla. Sólo intuía que había algo. Ese algo no fue que tuviera idea muy claras en aquel momento. Ahora veo que es un «thriller» muy irónico, porque tiene mucho humor. Es muy sensorial. Eso me parecía teatral. Entrábamos en la obra desde un lugar sensorial: «escuchar» la uñas del perro rascando la puerta. La mayor parte de la obra el personaje no lo ve, sino que lo escucha, lo intuye. Está la oscuridad, está el frío, el calor, los sabores, los ruidos, ruidos, ruidos…, porque al estar escondido el personaje va aprendiendo a vivir escondido en esa casa. Eso hace que valoremos lo «sensorial», lo cual es muy interesante desde lo teatral, como inducción. No porque vayamos a echar perfume al espectador, sino todo lo que nos hace imaginar. Otro aspecto teatral es el cambio continuo de los puntos de vista. Desde esos puntos de vista vive las cosas y su propia vida. Puntos de vista no sólo espaciales – arriba, abajo o detrás de una puerta, desde una ventana -, sino lo que ello supone a nivel de imaginación. Es cierto que esto es más bien cinematográfico que teatral, pero, me gusta, porque tiene esa inocencia teatral de que le pides al espectador que «ahora tienes que creer en esto». UN «THRILLER» MUY ENTRETENIDO Un tercer aspecto teatral está en el mismo concepto de «thriller»
Al ser un «thriller» es muy entretenido de por sí: suceden cosas insólitas, inesperadas, conmovedoras, desagradables… A través del «thriller» se desarrolla la cabeza de alguien que me parece fascinante. Ese desarrollo nunca se explica. Tampoco en la novela. No hay ninguna descripción de cómo es, ni cómo se siente, ni cómo es su personalidad, ni cómo es su cuerpo. Todo eso lo vamos creando y vas construyendo su cabeza a partir de sus acciones, en presente. Todo el tiempo está reflexionando, y a partir de lo que va haciendo, vamos conociéndolo, y a partir de lo que le va pasando vamos viendo cómo evoluciona y cómo cambia. Eso me parecía muy interesante, porque no es un personaje para presentar. Es un personaje para descubrir, junto con él mientras va viviendo. De este modo el espectador viaja por el espacio, pero también por su cabeza. LO QUE ME PARECE INTERESANTE Tolcachir destaca del personaje la característica de sentirse vivo, al tener diversas reacciones. Si se le quisiera definir, no se trata de un psicópata, sino de un personaje muy puntilloso aún en la rabia. No es un rabioso. No es Hyde. Es un rabioso de bisturí. Muy ordenado, muy estudioso y muy inteligente. Yo nuca psicoanalizo a un personaje. No me gusta traer algo y copiarlo, sino descubrir a partir de cómo es y de lo que hace, quién es. La interpretación de lo que es el personaje se lo dejo al espectador. Uno dirá que es un pobre hombre, otro que es un psicópata, otro que es ternura…, o todo eso junto. Eso es lo que me parece interesante, la complejidad que tiene el personaje. Al mismo tiempo yo tampoco soy el personaje, sino que lo miro de cerquita y me dice cosas al oído y yo se las digo al espectador. El personaje se ha aislado del mundo. El porqué no se concreta ni se explica. No nos detenemos a explicar los antecedentes de este aislamiento del personaje. Ni de su vida, ni de su infancia, que están en la novela. Creo que no hace falta. Está lo que se cuenta, pero uno se puede imaginar lo que pasó que es mucho más potente. El porqué tiene esas acciones reprobables se cuenta, no se explaya sobrenada que tenga que ver con lo biográfico, porque todo está en el presente ADAPTACIÓN ESCRITA A 8 MANOS La adaptación ha surgido de escritura compartida entre Claudio Tolcachir, Lautaro Perotti, Mónica Acevedo y María García de Oteyza El proyecto se concretó al conocer el espacio concreto y la posibilidad de que él mismo lo interpretase. Cuando nos dieron el espacio y Juan me lanzó el dardo de actuar, me di cuenta que lo necesitaba mucho. También había la posibilidad de ser más Timbre acá, porque este funcionamiento de colaboración de varios es nuestra manera de trabajar: mucho tiempo, asustarme ante el trabajo, cederle mi interpretación a Lautaro, todos los miedos el mundo…Todo esto necesito hacerlo en grupo. Por eso es muy importante el grupo por lucidez, por talento. Cada palabrita que hay en la obra se pensó, se trabajó, por separado, juntos. Otro ingrediente es la energía afectiva, porque uno solo tiene mucho miedo y se pierde. Pasamos por 5 escenografías. Pasamos un año entero intenso, placentero, muy desafiante porque no encontrábamos marcos de referencia. Había que descubrir el lenguaje, y que funcionara.
Lautaro Perotti (Argentina), actor y director, es una de las manos de Tolcachir en cuanto a la adaptación. Las otras dos son María García de Oteyza y Mónica Acevedo. También es la segunda mano de Tolcachir en el momento de la dirección. Lautaro subraya que es uno de los proyectos más Timbre4 que hemos hecho aquí, en cuanto que Timbre4 es un espacio de investigación, de prueba, de autoplantearnos, de desafíos. Nos ponía en un lugar no conocido ni cómodo, para ninguno de nosotros. Nos planteaba no sólo adaptar una novela, sino hacerlo a 8 manos. Era otro desafío en tener que comunicarnos entre nosotros. Era salir de lugares de comodidad donde nos sentimos seguros para plantearnos unos desafíos de los que no teníamos ni idea ni referentes de cómo hacerlo, y permitirnos el tiempo para investigar, equivocarnos y volver a seguir trabajando. Nos sentimos felices por tener la sensación de la esencia de trabajo de Timbre4. Mónica Acevedo corrobora lo expresado por Tolcachir y Perotti, estamos superagradecidas de estar acá y de cómo nos han recibido. María García de Oteyza esclarece el método de escritura a 8 manos, sobre todo en el momento en que entraba el desacuerdo, y por lo tanto nacía el conflicto No me viene a la mente ese momento de conflicto. Ha habido algo en que nos hemos alineado de manera natural, cada uno proponiendo e ir probando y la evidencia se ha ido aposentando. Siempre hemos estado alineados de manera natural. Ha sido una gran suerte.
FUNCIÓN PRECIO
Texto: Sergio Bizzio
|