Eva María, de madrugada, ha recibido un tajante mensaje de Alejandro, su único y adorado hijo: entrar en su habitación y buscar en un cajón cerrado con un candado un documento que necesita con urgencia para la Universidad americana en la que estudia. Urgente es “ya, ahora, sin perder un instante, mamá”. Alejandro, que conoce muy bien a su progenitora, le advierte de que no caiga en la tentación de hurgar en sus cosas. Eva María promete cumplir a rajatabla su cometido, pero inmersa en el encargo… ¿Quién está libre de pecado? Y es que ella, que es muy cinéfila, es consciente de que La tentación vive arriba o Al fondo del cajón secreto de su hijo. El recuerdo de su vida y la visión de ese provocador nido vacío harán deslizarse a Eva María por una emocionante y una auténtica aventura de película. El síndrome del Nido Vacío es el tema principal de Una madre de película, un monólogo en clave de comedia escrito y dirigido por Juan Carlos Rubio y protagonizado por Toni Acosta.
Todo comenzó con una llamada de Toni Acosta al dramaturgo Juan Carlos Rubio, y su respuesta fue un «Sí», sin vacilar. Tal asentimiento sin más preguntas venía avalado porque para Juan Carlos Rubio Toni es una de las actrices más talentosas con las que he trabajado (Anfitrión (CLICK) y El sonido oculto están ahí para demostrarlo). Cómica y trágica a partes iguales, magnética, certera, posee una luz especial que regala verdad a raudales a cada una de sus interpretaciones. El SÍ se vio reforzado al saber que Jesús Cimarro (Pentación) era el productor, con el que Juan Carlos había colaborado en varias ocasiones. Le proporcionaba garantía de calidad. La propuesta de Toni era «escribir y dirigir un monólogo». Toni, tras experimentar el «nido vacío» en sus propias carnes, sintió la necesidad de trasladar el tema a los escenarios. Tuve dos hijos y para no quedarme sola tan pronto me quedé con la niña, la cual decidió irse a Irlanda. Entonces sientes que tu hijo te abandona, pero en realidad es una fase más de la vida. A Eva María, mi personaje, como a mí lo que le sucede es que no gestiona bien esta etapa, aunque te consideres muy moderna y llena de amigos. A pesar esto sigues pensando en tus hijos ausentes: ¿dónde están, ¿te han mandado un mensaje?… En el caso de Eva María se añade que está obsesionada por una canción: «Eva María se fue buscando el sol en la playa…» Cuando ella menciona su nombre, Eva María, la gente le añade «…se fue buscando el sol…» Una noche se desvela y su hijo, que está en Boston, le llama por teléfono y le pide que busque en un cajón cerrado, pero que no hurgue en sus cosas. Eva María duda, pero se entretiene un buen rato, lo cual va con mi forma de ser porque yo soy cotilla, aunque lo justo, sobre todo con los cotilleos frívolos. Me gusta imaginar lo que hay detrás de un divorcio, por ejemplo, cuando dicen «pero nos llevamos muy bien». UN MONÓLOGO PARA AUTOR Y ACTRIZ El medio teatral en el que se expresa esta historia es el del monólogo, medio en el que, prácticamente, se estrenan autor y actriz. Juan Carlos Rubio confiesa que Siempre quise escribir un monólogo, es un género que no he cultivado, y eso que mi carrera como dramaturgo es ecléctica y absolutamente variopinta. Por su parte Toni precisa que aunque es la primera vez que hago un monólogo, es un tanto especial ya que lo hago desde mí, desde Toni. Además de Eva María hago al ex -marido, al hijo, a la novia del hijo… Es algo muy divertido. Además de confiar a ciegas, por parte de Juan Carlos, en la propuesta de Toni, tal decisión se reforzó una vez que vio que ella proponía un tema que conocía bien. Toni no tenía dudas, una vez más había hecho sus deberes: El nido vacío, ese irremediable y temido momento en que los hijos echan a volar y a las madres y padres les toca lidiar con una ausencia y unos miedos que la presencia de sus retoños había desdibujado. No todos somos padres o madres, pero todos y todas somos, sin remedio, hijos e hijas. EL HIJO QUE SE VA Para desarrollar la idea de «el nido vacío«, Toni quería un punto de vista que no se ciñese a una madre que se siente abandonada. Llamé a Juan Carlos Rubio porque si lo hicéramos entre dos madres nos saldría una cosa muy ñoña. Quería otro punto de vista. Elegir a Juan Carlos, que ni siquiera es padre, tendría el punto de vista del hijo que se va. Yo recuerdo cuando yo como hija me fui. A mi madre le sentó fatal. Yo lo hice mucho peor. No había móviles, ni whatsapp, ni la conexión… Por su parte este punto de vista reforzó más la decisión de Juan Carlos Rubio para escribir el monólogo. A su mente vinieron sus propios recuerdos de ese Nido Vacío como hijo que deja a sus padres. Abandonó el nido a los 19 años para irse a vivir a Londres. La casa familiar cambiaba emocionalmente. De seis hijos a cero es una frenada en toda regla. Recuerdo las conversaciones con mi madre y el profundo calado que dejó en ella mi ausencia. Recuerdo su dolor. Y su humor. Sí, el tema me interesaba mucho, porque, una vez más, además de la anécdota inicial (la ausencia filial y todo lo que ello conlleva) me permitiría adentrarme en las arenas movedizas de la condición humana: sueños, frustraciones, miedos, risas y, sin duda, esperanza. UNA MADRE DE PELÍCULA Después vino otra conexión: el cine. El cartel de la obra muestra a esa Eva María con una estatuilla dorada, émula del Oscar hollywoodiense, con la diferencia de que no es Oscar, sino Eva María bañada en oro. Tal imagen dorada puede explicar la conexión con el título «Una madre de película».La conexión va más allá. Eva María ante esa ausencia se refugia en las películas. Eva María se refugia mucho en las películas, y esta idea me gusta mucho porque rescata el cine clásico. Está Eva María de la canción, pero también hay una pedazo de actriz que se llama Eva Marie Saint – Con la muerte en los talones – y es por ella por la que llaman al personaje Eva María. Ganó un Oscar en 1952 por La ley del silencio. Estaba embarazada, cogió el Oscar, parió al día siguiente y con el Oscar en la mano dijo: «Podría tener a mi hijo aquí, ahora mismo». Como se ve ya en 1952 estaba la batalla de las mujeres, reivindicando.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Una madre de película
|
Una madre de pelicula. Rubio. Acosta.TBA
