Don Clemente vive en medio de un triángulo amoroso sin decidirse entre una viuda llamada doña Hipólita; una casera despechada: doña Beatriz; y una dama sin prejuicios con mucha ligereza social llamada doña Clara, aunque hay que decir que esta última se encuentra en una situación parecida con tres caballeros: el citado galán don Clemente, el hablador insoportable Don Julián de la Mata y el regidor de Almagro don Juan Martínez Caniego que, como se suele decir, es “más bruto que un arado”. Cartilla y Marichispa, los criados, tratarán, con un éxito relativo, que sus respectivos amos consigan sus propósitos, pero entretanto se genera un divertido enredo de luchas escénicas, amantes escondidos, engaños insólitos y continuas mudanzas ante la insistente persecución de la justicia. LA CALLE HUERTAS DE MADRID Eduardo Vasco, director de esta versión de Abre el Ojo de Rojas Zorrilla, ha trasladado la Calle Huertas de Madrid al escenario de la Sala Guirau del Teatro Fernán Gómez. La calle Huertas es una de las calles significativas del Barrio de las Letras, espacios por donde pululaban los habitantes, leídos y no leídos, del Siglo de Oro de Madrid, vestidos por Lorenzo Caprile. Esa calle Huertas se expande gracias a un escenario giratorio de Carolina González y la iluminación de Miguel Ángel Camacho. Abre el ojo, comedia no muy conocida si se compara con las de Lope de Vega y Calderón de la Barca, es de las que más se ha representado desde el Siglo de Oro hasta ahora.
Tenía el pedriguí para que los cómicos la incorporasen en su repertorio, tanto que el título original es Abrir el ojo. Fueron los propios cómicos los que lo cambiaron a no Abre el ojo. En la edición de Pedraza se deja el título Abrir el ojo. Nosotros somos cómicos, así que hemos conservado el título que nuestros compañeros de viaje de hace 400 años decidieron que era mucho más eficaz y mucho más acorde con lo que la función decía. Hace una década que no se representa. En aquellao casión la dirigió Paco Plaza con muy buen reparto, recibiendo el Premio al mejor espectáculo teatral en el Festival de Paso. EL LUMPEN MADRILEÑO Abre el ojo es una comedia urbana, en teoría con el sello de «capa y espada», pero Rojas Zorrilla nos la entrega rompiendo esos esquemas. Eduardo Vasco recuerda que Rojas Zorrilla se fijaba más en la baja estofa, en la canalla, en el lumpen madrileño para contar sus historias. Era toledano y suponemos que tenía un punto de vista muy asombrado de lo que podría ser el mundo madrileño. En ese sentido encontramos personajes fuera de toda norma. Si los personajes de las comedias de capa y espada buscan el matrimonio, éstos buscan el «revolcón» y el dinero. Son sus dos búsquedas vitales. Buscan el placer instantáneo, el sobrevivir en esa época tan compleja y lo plasma en Doña Clara (Elena Rayos) que es una mujer que se entiende con varios hombres a la vez y no tiene ningún problema en defenderlo, y su amante (Rafael Ortiz) que también se entiende con otras tres. Es un mundo completamente descarado, sin ningún tipo de moral detrás y muy lejos del amor galante que habitualmente observamos en las comedias de capa y espada. ABRE EL OJO Y NO TE FÍES DE NADIE Los finales de las comedias clásicas de capa y espada solían terminar con la reconciliación de todos y con el futuro matrimonial de los protagonistas, a veces también de los criados. En Abre el ojo las miras van por otro lado.
Está cansado de ver los matrimonios habituales de las comedias, y hace la comedia para decir básicamente: «No te fíes de tu amante, porque te va a engañar». Abre el ojo, estate atento, porque en cualquier momento en cuanto des la vuelta te la está pegando. Esta es la filosofía de su comedia. El cierre de la comedia es en un momento en que hay gran revuelo, y los dos hacen dos grupos, y le dicen al espectador y le dicen al espectador eso. Cantan y se acabó. No hay matrimonios, no hay reconciliaciones, todo el mundo se pelea, todo el mundo está a disgusto. Encuentran la opción menos mala y cantan para que el público se entere de que no te puedes fiar de nadie. No es ningún mensaje malo (risas). Lo importante es advertir al espectador que debe “abrir el ojo” para estar atento ante cualquier engaño por parte de sus amantes, porque aunque todo pasa sobre la escena nunca se sabe cuando la burla le puede afectar al propio espectador… Rojas Zorrilla murió en un lance callejero a los 40 años. Eduardo intuye que tendríamos otra veta en el repertorio del Siglo de Oro Lo enriquecería muchísimo. Nos ofrecería la humanidad más carnal, que otros autores, que luego se dedicaron a la Curia aunque con sus contradicciones – el caso de Lope de Vega – no ofrecían de una manera tan directa. Es como si Rojas no tuviese un pie en el Renacimiento como lo tiene Lope. Lo del amor galante le parece desmedida. Piensa que lo que hay que hacer es vivir, exprimir la vida como un limón y disfrutar lo más posible. En ese sentido tenemos un criado enredón ,temeroso y cobardica. Hay personajes muy cercanos al figurón, género que comienza con Rojas en Entre bobos anda el juego (CLICK). LA VITALIDAD ESPAÑOLA DE 1630 La escena se llena de correrías, luchas de espada, y las calles de Madrid se llena de gente con «moral más que dudosa». Esta es la gran comedia de Rojas Zorrilla. Abre el ojo es uno de los grandes textos del Siglo de Oro. Es una referencia que tendríamos que pasar por ella de vez en cuando. Nosotros trabajamos muy desde el actor, desde la palaba, del cariño por este tipo de repertorio y vamos a intentar transmitir la vitalidad de 1630 o así, la época en que escribió esta comedia, al 2023. EL SIGLO DE ORO LA ESPECIALIZACIÓN Este tipo de comedia, Eduardo Vasco, lo sitúa como un antecedente al vodevil sin duda alguna. Hay muchas entradas y salidas, personajes escondidos en habitaciones. Son todos los recursos del género pero desde el punto de vista del sinvergüenza. No hay miedo al padre, ni a la figura que tiene autoridad al que hay que esconderle cosas. Aquí se esconden para poder seguir disfrutando de cuatro en vez de uno. Es un tipo de mecanismos que encuentras en Billy Wyler y otros. Viene ya desde Plauto, aunque muy embozado. La gran especialización se produce en el siglo de Oro. Todo eso se trasvasa al mundo francés, los franceses lo reciclan y nos llegan por otras vías, pero la base de la gran comedia está en el siglo de oro.
ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO La historia transcurre en el Barrio de las Letras, punto neurálgico del Madrid del siglo XVII, y entre dos casas – la de Doña Clara, y la de la viuda Doña Hipólita, que también tiene un amante – , por eso se ha recurrido a un escenario giratorio, ideal para las correrías.
Además de resolver contemporáneamente la acción, está muy ligado al Siglo de Oro con el recurso escenográfico de El Bofetón – estructura giratoria – que es un tanto artesanal. Nosotros reivindicamos más lo artesanal que lo artístico. Lo artístico parece que es el no va más, pero preferimos lo artesanal. Nos gusta, también, tener un pie en la tradición y el otro pie en nuestra época. En lo referente al vestuario, sugiere la época con muchas licencias, como Lorenzo Caprile suele hacer. Hay guiños a otros momentos históricos, y, sobre todo, hay un toque de espectacularidad. El vestido de Doña Hipólita (Celia Pérez), está hecho de rafia con una tela negra que Lorenzo cogió de un contenedor, y ha hecho un traje increíble. Al moverse parece una seda. ¡Eso es creatividad! NOVIEMBRE COMPAÑÍA DE TEATRO Noviembre Compañía de Teatro se ha especializado en los clásicos. La razón es, según Eduardo, porque nos gustan los clásicos. Hemos leído y representado muchos clásicos. Una vez que haces una comedia de capa y espada, y varias, cuando llegas a Rojas Zorrilla te das cuenta que es otra cosa. Por otro lado, nosotros trabajamos en Compañía. Había personajes que había que reforzar y hemos acudido a algún fragmento de otra obra de Rojas Zorrilla, Lo que son las mujeres, y hemos reforzado al estrambótico criado con la trama de La bofetada, que es muy conocida, manteniendo las pautas del verso, lo cual apenas se nota. La comedia sola podía funcionar muy bien pero hemos querido reforzar la trama del criado. Es la gran intervención que hemos hecho. En la actualidad Eduardo, con cierto humor, confiesa que la Compañía tiene una «quiebra generacional«: los mayores y los jóvenes de hace dos años. Tenemos nuestros conflictos que está reflejado en la función, en cuanto que a los mayores nos resulta incomprensible el comportamiento de esta gente. No lo desvelaré, pero ocurre (risas). Debido a esa crisis generacional, no sabemos si terminaremos con una Compañía de maduritos (risas). En el repertorio de Noviembre Compañía de Teatro preceden Entre bobos anda el juego (CLICK) y Amo y Criado (Teatro libre de Bogotá) de Rojas Zorrilla. Lo que lleva a Eduardo a elegir Abre el ojo, entra dentro del concepto de Trilogía. Cuando entro a hacer algo me enamoro de varias obras, y desde el principio estuve entre las tres. Poco a poco me di cuenta de que iba a hacer las tres. Y las hice. Es algo que te puede pasar en la vida. Me ha pasado con Rojas Zorrilla, antes con Lope… Con Rojas Zorrilla no era reivindicarlo por ser un autor muy transguesor, sino porque es un autor de mecanismo. Es muy gamberro, con lo cual todo ese mundo faltón va mucho conmigo. Lo he pasado muy bien (risas)
FUNCIÓN Funciones matinales / Campaña escolar PRECIO
Título: Abre el ojo
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