Una joven pareja, Emma y Werner, viven en Berlín Este y quieren cruzar al Oeste. Para esto se harán pasar por una enfermera y un fontanero. No es por casualidad, la supuesta enfermera trabaja en la casa de una anciana, mientras el también supuesto fontanero socava el túnel que les conducirá a la libertad. Siempre que unos cuantos espías que rondan por el domicilio se lo permitan… La situación se va complicando. El hijo de la anciana trabaja en la Stasi, el servicio de espionaje, y además se ha enamorado locamente de la falsa enfermera. Van entrando nuevos personajes y ya no se sabe quiénes son los espías o los espiados. EL MURO DE BERLÍN, UNA METÁFORA
Berlín, Berlín aborda el tema del Muro de Berlín queha sido tratado en el cine, como telón de fondo, en diversas ocasiones, como denuncia y con tintes trágicos. El texto de Patrick Haudecœur y Gérald Sibleyras desconcierta pues el muro de Berlín y sus gentes, aquí, son tratados con un aire vodevilesco. Gabriel Olivares, director prolífico en el que abunda la comedia, desenmaraña este desconcierto He intentado hacer con Berlín, Berlín un vodevil canónico porque el texto así lo pedía, que es un género al que en España no estamos muy acostumbrados. En España se hace mucha comedia de situación, pero vodevil, con la dificultad que tiene de comedia física, pues no. También es un tema serio el que trata Burundanga (CLICK), y llevamos 15 años en cartel, o sea que, creo que la desde desdramatización se puede conseguir comedia. También este vodevil, este Berlín, Berlín, habla de derribar muros, y creo que el Muro de Berlín es una metáfora de todos los muros que nos ponemos en nuestra vida, y que no están hechos de hormigón precisamente, ni de ladrillos. Son muros mentales, hechos con ladrillos de miedo, de creencias…Creo que la función es una invitación a derribar o a asaltar esos muros a base de carcajadas. El texto está escrito a cuatro manos: Patrick Haudecœur y Gérald Sibleyras, ambos con una carrera literaria dramatúrgica muy generosa, sobre todo Gérald. Quien prevalezca en este trabajo literario conjunto, según Gabriel
Patrick es actor de sus comedias además de dramaturgo, y Gerald tiene muchos títulos, pero yo creo que los dos tienen igual importancia. En los textos escritos a cuatro manos hay un momento en que ya no diferencias quién hizo qué, porque lo de escribir en solitario es un poco un frontón, y en este caso es más bien un ping-pong o un tenis. Hay un momento en que retroalimentan. No es el primer texto que escriben juntos y espero que éste no sea el último porque son buenísimos, como tandem dramático. En España se han estrenado más comedias de ellos, como Locos por el Té (CLICK) que se estrenó aquí en el Teatro Alcázar. DIÁLOGO ENTRE EL TEXTO FRANCÉS Los textos extranjeros de comedia tiene que sortear el «handicap» de la translación al humor español, lo cual afecta al mundo de la interpretación de los actores y por tanto al mundo de la dirección. He dirigido muchísimo teatro francés en comedia. Siempre hay una ligera traslación del sentir francés al español, pero me siento muy cómodo porque somos primos hermanos, países vecinos y eso se nota también en la manera de entender el humor. Lo que no hago nunca es tocar el texto. No toco una coma del texto, pero en la puesta en escena, se crea un diálogo entre el texto francés y mi planteamiento de mi puesta en escena creo que casan muy bien, pero no veo una especial dificultad ni complejidad. UN TEATRO CON MECANISMO DE RELOJERÍA Berlín, Berlín ha obtenido el Premio Molière 2022 al mejor texto de comedia y a la mejor producción de teatro. Es una función que viene muy avalada desde Francia. El Premio es merecido porque estos dos autores han conseguido hacer un vodevil muy canónico. Ahora estamos más acostumbrados al Teatro de Boulevard, a la comedia de situación. Hacer un vodevil que requiere 8 actores, hemos tenido semanas de formación de comedia física, porque es un teatro con mecanismo de relojería y no es nada fácil de hacer, porque todo se apoya en el cuerpo, incluso el texto. Aparte de puertas que se abren y que se cierran y efectos, que son elementos propios del vodevil, es una comedia que se ha hecho desde lo físico. Creo que es una ecografía de una hora y cuarenta minutos, de principio a fin. De hecho los actores cuando vienen al teatro, lo primero que hacen es calentar todos juntos porque si no es una función muy difícil de hacer. Hay caídas, tropezones, golpes y necesitábamos actores muy entrenados en la comedia física. DOS PICHONES NOS VIGILAN En lo alto, a través de una ventanita están asomados dos pichones que con sus movimientos está atentos a la trama. Es una aportación personal de Gabriel. Todo el mundo sabe el mundo simbólico que tienen. Representan la paz, claro. Aquí son un personaje más. Ahí hemos hecho un pequeñito teatrito de títeres, a través de una ventana y tienen su protagonismo y sus momentos en la escena.
EL MURO DE BERLÍN Esta historia, originalmente, se desarrolla en dos espacios escénicos: la casa de Hildegarda, la madre de uno de los protagonistas, una señora que no se la ve, sólo se la intuye y se la escucha, y luego la oficina de la policía Stasi, la policía secreta. Necesitábamos crear un espacio versátil. Me encanta que los actores, como elenco, transformen los espacios, y es casi marca de la casa. Aquí la escenografía de Marta Guedán es una invitación perfecta a eso porque, de hecho, es una reproducción bastante fidedigna del Muro de Berlín y del propio muro se van desplegando todos los espacios.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Berlín, Berlín Intérpretes:
|
Berlin Berlín. Patrick. Géral. Olivares. T.ALCAZAR
