El Duende Lerende, rapero y rebelde, vive feliz en su bosque hasta que llega Shhh, la Reina del Silencio, y prohíbe la música para siempre. Para venderla, el duende debe aliarse con Dorremí, el último Caballero de la Música que queda en la galaxia, y su Guitarra Sideral. Los tres lucharán con sus canciones contra la Reina del Silencio para evitar que lance el Rayo de Silencio Definitivo… aunque antes tendrán que descubrir los Tres Principio Musicales a bordo de la Nave Interestelar Ultrasónica junto a una tripulación muy especial: los espectadores.
EN EL 2003 NACIÓ EL REY DEL SILENCIO
Ron Lalá no contentos con programar Villa y Marte (CLICK) en el Teatro Pavón, sacan del baúl de los primeros recuerdos un texto, El Rey del Silencio (2003), y, totalmente remozado, lo ofrecen al público familiar bajo el título ¡Shhh! La Reina del silencio. En palabras de Daniel Rovalher, uno de los integrantes de Ron Lalá, define este espectáculo como un reto, pues es la primera vez que Ron Lalá se presenta como productora que no está sobre el escenario. Es un espectáculo familiar, infantil, muy didáctico y muy divertido que van a defender Nieves Soria, Mario Quiñones y Néstor Goenaga. En pocas palabras, el Duende Lerende se alía con el último Caballero de la música (Dorremí) para derrotar a la Reina del silencio que quiere prohibir la música. Para ello tendrá que descubrir los tres principios fundamentales musicales: el ritmo, la armonía y la melodía, y un cuarto principio que descubrirán junto al público. Lo dejamos ahí para que el público lo descubra con este maravilloso elenco de actores-cantantes-músicos. Los tres intérpretes son la versión elegante de Ron Lalá. Nosotros ya somos mayores y ya no podemos hacer este espectáculo. Miguel Magdalena, actor y músico ronlalero, matiza Nosotros hemos hecho este espectáculo juntos, pues este texto es una recuperación del texto original que interpretamos en su día. Álvaro Tato era el duende, y los caballeros de la música éramos Dorremí (Juan Cañas), FaSol (Miguel Magdalena) y LaSi (Daniel Rovalher). En esta versión nueva se supone que FaSol y LaSi deben estar en un agujero dando vueltas (risas), como los malos en Supermán. Se titulaba El Rey del Silencio. DEL REY DEL SILENCIO ¡Shhh! La Reina del silencio es un remake de ese Rey del silencio del 2003 – añade Juan Cañas, otro de los Ronlaleros –, y fue la primera temporada de Ron Lalá en la Sala Triángulo, hoy Teatro de Barrio. Cuando hablamos con el Pavón apareció la posibilidad de de hacer infantil: «Vais a tener que compartir Villa y Marte – el espectáculo programado para el Pavón – con un espectáculo infantil» «¡Tenemos uno!»· Nos pusimos a darle vueltas al texto para que el viaje de esos 27 años nos sirviese para tener otra mirada. Álvaro afinó el texto, aparecieron un montón de ideas nuevas, compusimos un montón de temas diferentes a los que había, algunos del original se mantienen. Otro cambio fue el del sexo. Se pasó de el Rey a la Reina, y el elenco, originariamente cinco, en esta versión son tres. Lo que había que mantener era la esencia del espectáculo así como el lenguaje ronlalero: caña, mucho humor, música en directo, actores que puedan cantar, tocar y actuar a la vez y que fuera todo lo didáctico y pedagógico que creemos que en este espectáculo tiene más razón de ser que nunca. Los chavales aparte de pasarse una hora divertidísima y trepidante van a aprender bastante sobre música y cómo funciona. En esta línea musical, Juan Cañas es consciente que Con La Reina del silencio nos dirigimos a un público más joven, pero como no creemos que haya música para niños y música para mayores, desde el primer momento nos planteamos: «La manera de componer tiene que ser la misma que utilizamos para los espectáculos «principales», por decirlo de alguna manera. Con misma complejidad armónica o sencillez, pero sin ninguna traba. Hay que buscar temas que funcionen y ayuden a contar la dramaturgia, que sean un pelotazo, pero no dejarse llevar porque sean más «naif». ¡Caña y Calidad! Uno de los problemas cuando nos dirigimos a público infantil es tratarles como si fueran tontos. Todo lo contrario. Cuanta más calidad podamos darles, lo van recoger mejor. NUESTRO LENGUAJE ABARCA A TODO EL MUNDO, Aquel espectáculo de 2003 les aportó una nueva dimensión. Al ver que los padres y familias venían con sus hijos, se dieron cuenta de que era un espectáculo no sólo para niños sino para padres, tíos y demás entramado familiar. De hecho el lenguaje es el de Ron Lalá y no componemos música especial para niños, sobre todo ahora que los lenguajes se fusionan. Además en este mundo de la cultura hay áreas de olvido de edades concretas, por ejemplo los adolecentes… Es un público que nos obsesiona – añade Álvaro Tato. Nuestros espectáculos son para todos los públicos en el sentido más honesto de la palabra. Siempre contamos con grupos escolares, hacemos guías didácticas orientadas por Julieta Soria, dramaturga y educadora. En un lugar del Quijote (CLICK)– espectáculo de Ron Lalá – nació como espectáculo de espectro familiar, y era el primer clásico para mí como autor, pero también para nosotros. En ningún momento pesamos en el público infantil, y, sin embargo, el público infantil flipaba con una cosas y el adulto con otras. Quiere decir que nuestro lenguaje abarca a todo el mundo, y esperamos que sea un teatro popular.
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Título: ¡Shhh! La Reina del Silencio
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