En 1886 se estrenaba La Gran Vía, perteneciente al género chico de moda entonces, pero con una variedad que aclaraba en el subtítulo: “Revista cómico, lírica, fantástico callejera en un acto y cinco cuadros”. El hilo conductor era la ansiada construcción de una gran avenida de este a oeste en Madrid. Ello suponía cargarse una serie de callejuelas, lo cual daba pie a la rebelión de las calles que se presenta en el Ayuntamiento y a poner en solfa políticos e instituciones, todo en clave irónica. Hoy esta Gran Vía está construida y cumple 140 años, después de haber sido la más representada de la historia del teatro llírico español.
Isamay Benavente, directora artística del Teatro de la Zarzuela, ha mantenido el Proyecto Zarza, ideado por el antiguo director Daniel Bianco, y recuerda el objetivo de tal proyecto: “difundir la zarzuela entre los más jóvenes y también sirve a los futuros intérpretes de la zarzuela”.Con esta edición se da Una vuelta de tuerca más al proyecto. La vuelta de tuerca se refiere a la orquesta, como es el colaborar con el proyecto joven de la JONDE (Joven Orquesta Nacional de España). Hasta ahora hemos tenido de 4 a 6 músico en el foso, pero esta vez se lo hemos puesto más difícil a los jóvenes intérpretes porque habrá 14 músico en el foso, una orquesta de cámara de músicos que han pasado la selección de la JONDE. Isamay se muestra entusiasta por el resultado y deja claro que ha sido gracias a un cómplice maravilloso, Enrique Viana, con cuya versión estuvimos muy de acuerdo en el perfil de la gente que buscábamos, lo que queríamos hacer con esta nueva edición del Zarza, y le doy las gracias por ese entendimiento total, y por su talento teatral, ya conocido. Formó un equipo artístico con gente que casi ya forma parte de la casa, y que han hecho muy bien su trabajo. Además de Enrique Viana ha habido otro cómplice:Néstor Bayona – director musical consumado – que ha compuesto una versión musical especial. Néstor está en el Teatro de la Zarzuela como colaborador estable del director titular José Miguel Pérez Sierra durante 2 años con el fin de traer directores para dirigir zarzuela. NÉSTOR BAYONA, director musical
Néstor Bayona, el director de orquesta español con base en Berlín y Barcelona es desde 2023 director residente en la orquesta sinfónica nacional de la radio polaca (NOSPR), tras haber sido su director asistente durante las temporadas 2019/21. Fue asistente en la Opéra de Marseille. En 2023/24 dirigió Cavalleria Rusticana y Pagliaccien la ópera húngara de Cluj-Napoca. Debutó con la orquesta sinfónica de RTVE y regresó al Palau de la Música Catalana. En 2024/25 debuta en el Teatro de La Zarzuela, el Teatr Wielki de Varsovia, el Teatro Campoamor, la Ópera de Silesia, la Orquesta de Extremadura, la Oviedo Filarmonía y la Filarmónica de Stat Târgu Mureș. En temporadas anteriores ha dirigido conciertos en Inglaterra, Francia, Polonia, Rumanía y España entre otros. En 2021 fue reconocido como Associate Artist del Royal Northern College Of Music. Desde 2024, es director artístico del concurso internacional de piano Ricard Viñes. Entre algunos de sus compromisos de la presente temporada se encuentra su debut con la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española y con la Orquesta de Córdoba, la dirección musical de El año pasado por agua en el Teatro de La Zarzuela y de El Lazarillo de Tormes de David del Puerto dentro de la programación del Teatro de La Maestranza. Se manifiesta feliz y satisfecho de colaborar en este proyecto, que cuenta este año con 14 músicos. Cuando en noviembre no teníamos claro que eran 14 músicos, durante la pandemia hice muchos arreglos, y recordé una preciosa Luisa Miller en la ópera de Marsella. Como el foso era chiquitito hice la misma disposición que tenemos ahora. Con los músicos en la cuerda la orquesta está más ampliada. Tenemos 14 músicos y, pensé mucho, respetando la partitura de Chueca, he dado una visión un poco personal. Lo que se va a escuchar suena espectacular. El “catch” es espectacular y el trabajar con jóvenes es, siempre, algo exponencial. Con una orquesta profesional, no quiero decir que ésta no lo sea, en los primeros ensayos siempre, al principio, puede exigir más, más, más…, pero hay un límite porque los ensayos son los que son. Como hemos tenido 5 semanas de ensayo el avance ha sido exponencial, y entre el primer día que era domingo y ahora el cambio ha sido brutal. Néstor valora y agradece el trabajo de Antonio Fauró con el Coro y a Ramón Grau al piano que conjuntamente con Lilliam Castillo son los maestros repetidores y han estado todo el tiempo con ellos. ENRIQUE VIANA, cantante y director de escena.
Enrique Viana (Madrid, 1962) estudia la carrera superior de canto en el Real Conservatorio Superior de Música y más tarde en Barcelona, Milán, Siena, Roma y París. Se especializa en el repertorio belcantista y en autores románticos franceses. En su estancia en Italia estudia la obra de Gaetano Donizetti. Como solista ha actuado en festivales, ciclos y teatros en Europa, América y Asia con renombrados directores. Como profesor ha impartido cursos y conferencias en universidades y conservatorios. Ha dirigido y coordinado cursos sobre el belcanto en el siglo XIX y sobre la ópera romántica francesa. Ha publicado artículos y ha escrito notas para recitales y títulos belcantistas. En el Teatro de la Zarzuela ha dirigido: Ven a la Zarzuela, Arsenio por compasión, el programa doble de Enseñanza libre y La gatita, blanca (CLICK), Zarzuela en la calle, Una noche en El Prado, Master Chez (CLICK), Benamor (CLICK)o Luisa Fernanda, ya tengo Instagram (CLICK). Ha sido presentador y guionista de Solo canciones españolas de Radio Clásica. Recientemente ha interpretado el espectáculo Un café en el Pulgatorio (Frívolo y chico), junto al pianista Miguel Huertas, en el Teatro Fernando Fernán Gómez. En el Teatro de la Zarzuela ha cantado La generala, Luna de miel en El Cairo (CLICK) ,¡24 horas mintiendo! (CLICK) ,Tres sombreros de copa (CLICK) ,Benamor (CLICK) y Pan y toros (CLICK), La Corte de Faraón (CLICK) Enrique Viana tuvo sus dudas ante la posibilidad de dirigir este proyecto pues nunca había dirigido a jóvenes, salvo en una ocasión en el Teatro Real de Madrid a seis jóvenes. Yo no confiaba mucho y gracias por confiar en mí, y por darme este título divino, un titulazo. “¿Dirigir a 20 jóvenes? No vamos a hablar el mismo vocabulario. No sé si me van a entender. Yo soy de la vieja escuela. Manejamos términos distintos”. La sorpresa ha sido mayúscula. Hicimos unos talleres en noviembre cuando ya habíamos elegido a todos. Ya en los talleres me tranquilicé porque vi las ganas. Luego en los ensayos me han confirmado no sólo la ilusión y por supuesto la energía, porque todos los jóvenes tienen energía. No solo, la ilusión sino el entusiasmo por algo como es el género lírico nuestro, que no parece propio de esa edad, pero parece que sí. Yo pensaba “deben de ser ‘friquis’ los veinte. ¿Qué hacen metiéndose a cantar La Gran vía? y a decir La Gran vía” Tras este primer desconcierto, seguido de la sorpresa Enrique confiesa que
El clima ha sido maravilloso entre ellos y entre nosotros. Entre todos hemos empujado, desde el primer momento, para que esto sea diferente. Muchos del público saben qué La Gran vía es “Una revista de actualidades” y se llama “Pieza cómico lírica, pasajera, fantasía, callejera, madrileña”. Nunca tuvo el apelativo de zarzuela. La Gran Vía es una zarzuela de actualidad, porque desde el principio se renovó cada vez que se reponía. Las cosas cambiaban, y una revista de actualidad contaba la actualidad del momento. Ya en vida de Chueca se renovó varias veces en dos años. Tenemos apéndices que son el tercero, el cuarto y el quinto que no tienen que ver nada con el original. Se suprimieron actores y cantantes, y se añadieron otros. Pasó también con la orquestación. Por ejemplo, la polca de Los marineritos, que no es una polca sino una mazurca nada más que en el centro, era en principio un número dramático, lo convirtieron después en un número cómico, y además las “malas lenguas” o las lenguas mal informadas, dicen que ese número es de Valverde, no de Chueca. Con todo esto había que hacer algo de ahora, de lo que pasa ahora, que es lo que ha contado La Gran Vía siempre. Yo soy muy viejo ya, y recuerdo que en el año 1976 se repuso La Gran vía, muy poco después de La Corte de Faraón, en el Teatro Lara. Era un Compañía pequeña, la compañía de María Teresa Paniagua, que hacía la Virtudes. Era una cosa completamente distinta, y ya se criticaba hasta el cambio político que es de lo que se trataba. De siempre la zarzuela del siglo XIX podía ser política. No tuvo el éxito que tuvo después la Revista de actualidades, mucho más popular, y que contaba las cosas que afectaban a la gente. Esta Gran Vía cuenta todo esto. Las alegorías del siglo XIX en esta versión han sido sustituidas como ya las sustituyó después el propio libretista Felipe Pérez y González Las alegorías de hoy son la centrificación, la especulación, la inteligencia artificial, el fondo buitre, la vivienda turística, la contaminación, acústica, atmosférica, lumínica, todo eso con lo que nosotros convivimos. He respetado siempre la tradición de renovar La Gran Vía, siempre la tradición de acudir a las alegorías, y también la tradición de poner en solfa los problemas que tenemos, respetando la estructura de los cuadros, que son cinco. Es una cosa netamente de Madrid. Yo vivo en una parte de la Gran Vía y vivimos estas inconveniencias, que son muchas. No es fácil vivir en la Gran Vía. Enrique garantiza que estos cinco cuadros están Maravillosamente interpretados, maravillosamente cantados. He incluido dos números que normalmente no se ponen: el Pasacalle de los sargentos y el Vals de la seguridad que son del segundo Apéndice, el Vals de la Bujía, perteneciente a Luces y sombras, del mismo autor, ilustra la contaminación lumínica. He suprimido el personaje de Doña Virtudes – la réplica del ama a la criada, la Menegilda – que estaba en la reposición, pero no en el original. La he suprimido porque musicalmente es un calco, en dos o tres tonos bajos dependiendo de la vocalidad de la intérprete, del Tango de la Menegilda. Por otro lado incorporar a una señora para decir exabruptos contra esta chica que está intentando seguir adelante. La Menegilda siempre fue un personaje compartido con el Eliseo madrileño porque fue Lucía Pastor la que lo estrenó y parece ser que era muy buena actriz. Por entonces no tenían tantas buenas cantantes en la Revista y por eso lo compartía con el Eliseo. En este caso tenemos dos Menegildas maravillosas que son Iria y Andrea, y que dicen el verso fantásticamente. Si tuviéramos una señora Virtudes no sabemos cómo lo habría dicho, pero estoy muy contento de haberla suprimido. El personaje de la Sra Virtudes fue introducido posteriormente por las quejas de algunas señoras ante el personaje de la Menegilda con su historia de supervivencia y su triunfo final ante la vida doméstica de las señoras. SALVAR EL 25% DEL VERSO Tradicionalmente el 85% de la obra está escrita en verso, yo he acudido al 25% de verso para contar las cosas que pasan hoy, porque me parecía que los jóvenes tuvieran la ocasión de escuchar el verso en la zarzuela, y los jóvenes que la interpretan tuvieran la ocasión de decir el verso que no es una cosa fácil, de respetar la métrica, de respetar esa música, que ha sido perfectamente respetada. Todos, sin excepción, son unos músicos magníficos. A nivel de puesta en escena, Enrique la ensalza como Escalofriante, impactante, y sorprendente. A los chicos quiero decir que “estoy contentísimo con vuestro trabajo y me ha encantado lo que hemos hecho durante este mes”. Por supuesto también con el resto del equipo. Para mí esta experiencia pasará a formar parte de la historia de mi vida, dentro de poco ya seré muy mayor, muy mayor, y tendré que acudir a la historia para seguir viviendo. Muchas gracias.
LOS CANTANTES Se han presentado unas 450 solicitudes para participar y fueron seleccionados 128 para audicionar, de los cuales han sido elegidos 20. Ellos son: Rosa María Abella, Lucía Beltrán, Arantxa Cooper, Albert Díaz, Marina Fita, Yasmín Forastiero, Iago García Rojas, Rosa Gomáriz, Iría Goti, Luis Maesso, Alicia Moreno Royo, Álex Parra, Nacho Quiñonero, Adrián Quiñones, Andrea Rey, Miguel Ángel Roldán, Miriam Silva, Marcelo Solís, Rodrigo Turégano y Nacho Zorrilla.
FUNCIÓN PRECIO
Título: La Gran Vía Músicos: María Asensi (Violín I), María Hernández (Violín II), Héctor Mira (Viola), Artei Theotonio (Violonchelo), Gerard Dalmau (Contrabajo), Ricard Prió (Flauta), Lucas Martínez (Oboe), Manuel Díaz (Clarinete), Santiago Peñarroja (Fagot), Alba García (Trompeta), Miguel Linares (Trompeta aguda), Raúl Perelló (Trompeta grave), Adrián Vera (Trombón), Manuel Monterrubio (Percusión) Intérpretes (en orden alfabético): Rosa María Abella, Lucía Beltrán, Arantxa Cooper, Albert Díaz, Marina Fita, Yasmín Forastiero, Iago García Rojas, Rosa Gomáriz, Iría Goti, Luis Maesso, Alicia Moreno Royo, Álex Parra, Nacho Quiñonero, Adrián Quiñones, Andrea Rey, Miguel Ángel Roldán, Miriam Silva, Marcelo Solís, Rodrigo Turégano y Nacho Zorrilla Dirección musical: Néstor Bayona
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La Gran Vía. Zarza 2025. Viana. Bayona. TZ
