Natacha, joven obrera, cuenta los intentos de sobrevivir en un contexto deshumanizado y cruel en el que cualquier perspectiva de futuro es una utopía. Natacha personifica la injusticia social y nos habla de las condiciones que soportan las mujeres trabajadoras, de las extenuantes jornadas, del miedo a ser despedida, del acoso, de la explotación, de la desigualdad, de la ausencia de horizontes, de la enfermedad, del tedio, del matrimonio, de la prostitución, del sexo, del amor y de la muerte. Su historia es una denuncia social. Luisa Carnés se ha vuelto a convertir en una de las escritoras más interesantes del S.XX español. Con motivo de las reediciones de sus obras nos damos cuenta de su calidad literaria y de una emocionante perspectiva social que, casi un siglo después, nos sigue fascinando. Con 23 años Natacha publica su primera novela por la que la crítica ha considerado a Luisa Carnés como “la mejor novelista joven, el nombre femenino de más vigor y mayor contenido”. Natachaparticipada del proyecto iniciado por Laila Ripoll en el Teatro Fernán Gómez con Tea Rooms (CLICK), en el contexto de recuperar voces en otros formatos que, según Eduardo Vasco (director artístico del Teatro Español), se pueden contar en el teatro con mucha potencia y con mucha sensibilidad. En el caso de Tea Rooms (CLICK), no pensé que pudiera funcionar tan bien esa voz en las tablas, y funcionó de una manera que nos pareció muy sensato, y volver a adaptar otra novela de Luisa Carnés, Natacha, la cual es una novela de peso específico literario, pero también social y reivindicativo. LAILA RIPOLL, ADAPTADORA Y DIRECTORA Laila Ripoll adapta y dirige Natacha, y remontándose a Tea Rooms (CLICK) precisa el modo de proceder en este trasvase al teatro.
En Tea Rooms (CLICK) había un texto dramático clarísimo que pedía una puesta en escena, Natacha surge de la mente de Eduardo Vasco, que se le ocurrió llevar a escena esa primera novela de Luisa, que escribe con 23 ó 24 años, y que como una primera novela de una persona tan talentosa y tan brillante como era Luisa, quiere contar todo lo que ella había aprendido. Luisa era una mujer autodidacta, trabajaba en la redacción de un periódico, en la calle Príncipe de Vergara, por lo que su personaje masculino que interpreta Jon, se llama Vergara, e intenta plasmar todo lo que ha aprendido sobre todo leyendo a los rusos, especialmente Tolstoi y Dostoyevski. Hay mucho Dostoyevski y un homenaje clarísimo a Ana Karenina al final de la novela. Laila califica Natachade novela muy ambiciosa que ha obligado a una adaptación un tanto “peliaguda”, porque transcurren muchísimos años. Se adelanta y vuelve para atrás, con lo cual ha habido que concentrar en lo que es la historia propiamente dicha: la peripecia vital de Natacha. Creo que ha quedado bastante bien. La base, como sucede en sus novelas, sobre lo que sustenta sus historias son en la recreación tan fina y bien retratados de los personajes con tantas aristas y puntos de vista. Personajes poliédricos. Los personajes son Natacha, Gabriel, doña Natalia y doña Ada, que son dos hermanas interpretadas por Pepa Pedroche, Isabel interpreta tres personajes (Ezequiela, Salud y Pilara), Fernando Soto es Don César y la voz de don Berto, y Andrea es Almudena y Elenita. Luisa Carnés de familia humilde y numerosa, a los once años deja la escuela y comienza a trabajar en un taller doméstico dedicado a la confección de sombreros, donde permanece durante más de diez años. Durante todo ese tiempo se convierte en una lectora voraz y en una escritora precoz. En Natachavierte su propia experiencia en literatura. “Aquellos años de penoso aprendizaje dejaron en mí una huella de amargura que se revela en mi novela Natacha”, ha declarado. Su vida en el taller la verbaliza: “No comprendía entonces por qué una adolescencia puede ser tan amarga, ni unos pensamientos juveniles, viejos. No pensé que pudiera existir una vida diferente a la nuestra: la tina llena de ropa de gentes extrañas, aquel trozo de cielo y el pequeño tejado.”. Laila Ripoll recuerda que las vivencias de Natacha, procede, de la experiencia directa de Luisa Carnés:
Había sido niña obrera, adolescente obrera y mujer obrera y en esta primera novela nos habla de las condiciones que soportan las mujeres trabajadoras, de las extenuantes jornadas, del miedo a ser despedida, del acoso, de la explotación, de la desigualdad, de la ausencia de horizontes, de la enfermedad, del tedio, del matrimonio, de la prostitución, del sexo, del amor y de la muerte. Natacha, combina la novela social con el folletín, se introduce en la cabeza de la protagonista y nos plantea el mundo desde su perspectiva, una perspectiva femenina y obrera que aún hoy en día resulta totalmente novedosa y conmovedora. Para Carnés, Natacha debió ser capital, ya que durante más de quince años adoptó el nombre de su protagonista, Natalia Valle, como seudónimo a la hora de firmar sus obras, primero en España y más tarde en su exilio mexicano. La acción se desarrolla en el Madrid de los años veinte. Un Madrid obrero y otro Madrid que ha sido burgués venido a menos Ese choque entre las dos realidades sociales son las que hacen Natalia (Natacha) sea como es. Toda la función está contada a través de sus ojos, su sensibilidad, su manera de ver la vida y sus sentimientos. Es la percepción de la propia Natalia. En la versión se ha intentado localizar esos lugares aproximadamente. La casa de Don Cesar se sitúa en uno de los chalecitos de La Guindalera; la casa de Natacha no está clara el lugar, pero se habla de la calle Sacramento. Luisa Carnés en una entrevista habla de la calle del Nuncio. La torre de la Iglesia es la San Pedro el viejo. El recorrido que Natacha da desde la fábrica – que estaba entre el Matadero y el Cementerio -, hasta su casa lo hace subiendo por la cuesta de las descargas y Bailén. Puede parecer una vuelta enorme, pero en la época todo era descampado.
FUNCIÓN PRECIO
Título: Natacha
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