
Texto: LUIS MARTÍN-SANTOS
Versión y dirección: EDUARDO VASCO
Música: EDUARDO VASCO
Pianista: IVÁN LÓPEZ-ORTEGA
Intérpretes
ERNESTO ARIAS / LARA GRUBE / AGUS RUIZ /
EVA TRANCÓN / LUIS ESPACIO,
en el
TEATRO ESPAÑOL
(SALA PRINCIPAL)
de
MADRIDESTRENO UNIVERSAL
Del 3 de mayo al 8 de junio 2025
– Tras el sorprendente hallazgo de los escritos teatrales del autor de Tiempo de silencio, el Teatro Español presenta el estreno universal de este drama inédito escrito en 1953
– Eduardo Vasco dirige y adapta esta producción que cuenta con escenografía de Carolina González, vestuario de Lorenzo Caprile e iluminación de Miguel Ángel Camacho
– Ernesto Arias, Lara Grube, Agus Ruiz, Eva Trancón, Luis Espacio, e Iván López-Ortega al piano interpretan a una familia de la alta burguesía de los años 50, que recibe la visita de un estafador que desatará pasiones y conflictos ocultos durante años

FOTO: JAVIER NAVAL
España en los años cincuenta. Un elegante chalet en donde vive Pedro, un acaudalado empresario postrado en una silla de ruedas, lo cual le ha convertido en un hombre irritable y hosco que complica la vida de su familia. Llega a la casa El Intruso, un atractivo oportunista que propone una inversión de grandes dimensiones, la cual convierte la casa en un volcán de conflictos y pasiones extremas. Las pretensiones económicas de su hijo Alberto y las ganas de vivir de Gloria, su bella y joven mujer, llevan a Pedro a despojarse de sus bienes terrenales. Como un Rey Lear contemporáneo, propone un inesperado “Viaje hasta el límite” en el que nadie parece que va a salir ganando.
Con este montaje el Teatro Español celebra el centenario del nacimiento de Luis Martín-Santos (Larache, Marruecos 1924 – Vitoria, España, 1964), autor de una de las mejores novelas españolas del siglo XX, publicada con 20 páginas censuradas en 1961, Tiempo de silencio. En 1980 se vuelve a editar sin esa censura siendo la edición definitiva. Al revisar su obra completa para publicarla, la familia de Martín Santos sacó a la luz un pequeño corpus de obras dramáticas de entre las que destacaba Viaje hasta el límite.
Fechada en 1953 cuando tenía 29 años, Martín Santos escribe un drama familiar de los años cincuenta con las inquietudes filosóficas, literarias y políticas del momento, planteaba un tipo de dramaturgia alejada del teatro español de aquellos años. En el texto resuenan Sartre, O’Neill o Shakespeare. Terminó en el ángulo de un cajón.
Eduardo Vasco, director artístico del Teatro Español, se ha encargado de la versión y dirección de “Viaje hasta el límite”, que le impactó de modo especial cuando se descubrió el archivo de obras dramáticas, y decidió que

FOTO: JAVIER NAVAL
El Teatro Español era el mejor sitio para presentar esta especie de bautizo de autor teatral desconocido y deseado. “Viaje hasta el límite” está fechado por el “mecanoescrito” que nos ha llegado, editado por Fernando Domenech en estas obras completas, en 1953, 8 años del gran éxito de “Tiempo de silencio”. Es un momento en que se está iniciando en el activismo político, y participa de los círculos literarios. Ha comenzado a tener un éxito profesional que le granjea una estabilidad, con lo cual le permite hacer varias pruebas teatrales, de modo que en ese corpus dramático hay comedias satíricas, algo que uno no se lo espera de Martín Santos. Es una obra muy variopinta en la que se revela un autor muy ecléctico a la hora de escribir.
El haber elegido este texto de entre ese corpus dramático es por ser
Un gran drama, aunque necesita una adaptación, pero que sería lo mismo que habría que hacer con una obra de Sartre o Camus, porque está muy influenciada por estos autores. El trasunto es shakesperiano, porque nos recuerda al “Rey Lear”, en cuanto el protagonista se despoja de sus bienes para ser, ante su mujer e hijo, la persona sola, sin el continente económico. De hecho, hay un personaje que está con un pie en el teatro del absurdo y otro en el bufón de Lear. Es un personaje muy curioso que interpreta Eva Trancón, y nos hemos permitido explorarlo por esas vías. También hay otras muchas influencias, pero a nosotros nos recuerda a Beckett, cuya obra “Final de partida” es la que nos da un mayor referente.

FOTOS: JAVIER NAVAL
La dramaturgia de Martín Santos se incluye en esa corriente literaria que mira hacia la literatura
extranjera.
Es un tipo de dramaturgia que busca a los autores más vinculados a la filosofía, en lo referente a la tragedia existencial, y no tanto a la política. Tal existencialismo es el tema fundamental de la obra general de Martín Santos, pero en “Viaje hasta el límite” se puede apreciar el entorno familiar como una especie de cárcel o de corsé, del cual el hombre se tiene que liberar. Esta mirada hacia la existencia la tiene siempre tratando de encontrarle un sentido.
MARTÍN SANTOS, DESCUBRIMIENTO
DE UN AUTOR DRAMÁTICO
Amén de todas estas consideraciones a nivel de contenido o de pensamiento, Eduardo recuerda que lo que se encuentra en esta obra es un autor.
Una pulsión, una manera de escribir diálogos, resolver conflictos y plantear escenas que combina todas las influencias literarias, pero cuya mayor influencia es Eugene O’Neill, el gran dramaturgo norteamericano en el que Martín Santos se fija para “Viaje hasta el límite”, según Fernando Domenech, en su introducción al volumen de teatro de Martín Santos que él mismo había preparado. Le llamé y ve notificó que estaba trabajando sobre un puñado de obras escritas a máquina de distinto género y extensión, y en diferentes estados de finalización. El corpus era muy interesante, e incluso sorprendente, aunque era evidente que había una pieza que destacaba entre todas: “Viaje hasta el límite”. Es curioso que O’Neill muere en 1953 el mismo año en que está datada la obra que nos ocupa.

FOTOS: JAVIER NAVAL Y ARCHIVO HEREDEROS MARTÍN SANTOS
EXPLOSIÓN DE UNA HISTORIA FAMILIAR
En cuanto a la trama, Eduardo la califica de
Aparentemente muy sencilla. Es una familia que vive con todos los problemas que suelen tener las familias, pero ésta, más: Una madrastra, un hijo y un padre en una silla de ruedas que ha tenido su fortuna, y El Intruso que va a desmontar la familia como si fuera un mecano y la va a dejar completamente al aire. Todas las pasiones y conflictos saltan por los aires. El motivo principal, por parte de El Intruso, es estafar al padre a través del hijo y ello se dejan arrastrar por este torrente vital. Este personaje nos lleva a un sitio muy de la época, casi la cultura del prepelotazo. Es un granuja, un timador que entra en una familia para sacar tajada y cada uno establecerá los vínculos que crea.
NUNCA CONTEMPLÉ LA TRASLACIÓN DE ÉPOCA
Al ser una obra de 1953 se ha intentado una actualización, sin perder el estilo del autor, el cual mantiene la acción en un salón con un planteamiento convencional de inicio, pero al final se va las estepas con “Rey Lear” en las que aparece una tormenta enorme con lluvia, que recuerdan tantas escenas que se han visto sobre el “Rey Lear”. A nivel escenográfico se ha partido de la arquitectura de los años cincuenta, muy vinculada a las grandes placas de hormigón, a los espacios amplios, pero con la arquitectura muy presente, sin olvidar una metateatralidad en que tiene un pianista actor, interpretado por Iván López-Ortega. Esa metateatralidad acaba comiéndose el escenario: el decorado acaba del revés, el piano que esta al fono y es algo casi incidental, aparece en primer término…Pasa igual en los conflictos. Los personajes están conteniéndose todo el rato, y en el tercer acto todo se disparata emocionalmente.
La puesta en escena tiene un aroma de los años cincuenta, pues el texto es muy de los años cincuenta en España. Al escuchar la manera de hablar en cuanto al léxico y la prosodia, es de una época muy clara. Pertenece a esas obras en que no es posible ambientarlas, por ejemplo, llamadas con móviles, por eso nunca contemplé la traslación de época, sino situarla en su momento porque es donde mejor se entiende. Tanto en el vestuario de Lorenzo Caprile como la estructura arquitectónica de Carolina González, te remiten a los años cincuenta, aunque no de una manera exhaustiva. No hace falta pegarle un viaje a este otro límite temporal. En su época se entiende mucho mejor. También se mantiene los comportamientos de los cincuenta, como el rol de la mujer de los cincuenta que en el caso de Gloria que ha llegado a la alta sociedad, pero no viene de ahí, con lo cual sus hábitos son muy complejos. No se comporta como una mujer criada en una cuna de abolengo versada en ese tipo de conducta, sino que lo ha aprendido después. Está Pedro, el patriarca casi absoluto con la idea del hombre controlador y muy vinculado a lo que ha pasado como es el salir de la Segunda Guerra Mundial; las reflexiones sobre las grandes dictaduras, y parten de lo personal para pensar sobre esto.

FOTO: JAVIER NAVAL
LOS PERSONAJES VISTOS POR SUS INTÉRPRETES
Ernesto Arias (Pedro), Lara Grube (Gloria), Agus Ruiz (El Intruso), Eva Trancón (María) y Luis Espacio (Alberto), interpretan a esta familia en proceso de descomposición.
LARA GRUBE, Gloria, la madre
VIAJE APASIONANTE Y MUY EMOCIONANTE
Lara Grube (Sevilla) interpreta a la madre. Licenciada en Interpretación por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, comenzó su carrera profesional en el año 2007, combinando trabajos audiovisuales con teatro (La Dama del Mar, Bob Wilson; Tantas Voces, Natalia Menéndez; El Malentendido, Eduardo Vasco; Pingüinas, Juan Carlos Pérez de la Fuente; El Curioso Incidente del Perro a Media Noche, José Luis Arellanos; entre otros). Durante los últimos años ha trabajado con diferentes directores dentro de La Compañía Nacional de Teatro Clásico (El Burlador de Sevilla, Josep María Mestres; El Gran Mercado del Mundo, Xavier Albertí; Reinar después de Morir, Ignacio García; El Vergonzoso en Palacio, Natalia Menéndez; El Burlador de Sevilla, Xavier Albertí) y más recientemente ha formado parte del elenco de El Padre, dirigido por Josep María Mestres, de la serie El Marqués para Telecinco y de Luces de Bohemia,, dirigida por Eduardo Vasco.
Para mí está siendo un viaje apasionante y muy emocionante, como es el sacar a la luz un texto nuevo y compartirlo. Emocionante también ver como a través de la mirada de Eduardo, hay muchas cosas que se reubican dándoles más sentido de cómo contar hoy esto, aunque esté ubicado en los años cincuenta. Es un texto que, en sí mismo, me resulta apasionante porque representa muy bien cosas que, en general, tenemos en común los seres humanos, ciertas tendencias como la incesante insatisfacción, el anhelo de más y de mejor continuamente, a una cierta tendencia de vincularnos de una manera un poco tóxica, poniendo los intereses en lugares extraños, y la propia contrariedad que porta, en general, el ser humano y lo poliédrico. El viaje de cada uno de los personajes es tremendo y profundo. También es muy profundo el lenguaje que usa el autor, que siendo una persona tan joven (29 años), se expresa con un lenguaje tan profundo, tan preciso y tan hermoso desde lo poético y, a la vez, tan duro y tan contundente que, aunque haya mucha acción en la palabra es un viaje que no te deja casi ni respirar. Tea trapa y te invita mucho a la reflexión. Me parece precioso hacerlo hoy, y hacerlo así. Es un regalo que me ha hecho Eduardo al invitarme a hacer este viaje hasta el límite y hacia otros muchos lugares.

FOTOS: JAVIER NAVAL
ERNESTO ARIAS, Pedro, el padre
HE TENIDO QUE VIAJAR MUCHO A MI INTERIOR
Ernesto Arias (Cargas del Narcea, Asturias), criado en Lugones (Siero) Asturias, es actor, director y docente. Su carrera se ha desarrollado en el Teatro de La Abadía, CNTC, CDN, Fundación Siglo de Oro, Pentación Espectáculos, La Zona, Metatarso Teatro, etc. con directores de renombre. Ha sido co-director (junto a Darío Facal) del Festival Clásicos en Alcalá en las ediciones del 2019 y 2020. Entre sus trabajos como actor destacan: Luces de Bohemia, Hedda Gabler y El malentendido, dirigidas por Eduardo Vasco; La vida es sueño (director Declan Donellan); Nekrassov, (director Dam Jemmet); El peligro de las buenas compañías (director Juan Carlos Rubio); Antonio y Cleopatra (director José Carlos Plaza); Veraneantes (director Miguel del Arco); Días mejores (director Alex Rígola), El perro del hortelano (director Lawrence Boswell), La baraja del Rey don Pedro, Mesías de Steven Berkoff, Retablo de la avaricia, lujuria y la muerte (las tres dirigidas por José Luis Gómez, etc. Como director destacan Ada Byron, la tejedora de números de Cesar Alonso, La casa de los celos y selvas de Ardenia de Miguel de Cervantes, El animal de Hungría, de Lope de Vega, Dos nuevos entremeses, nunca representados, de Cervantes, El Hospital de los locos de José de Valdivielso, El castigo sin venganza de Lope de Vega y Enrique VIII, de Shakespeare. Otra actividad es como asesor de palabra y verso de varias producciones. Algunos de sus premios y distinciones son: Premio de la Unión de Actores 2024 por La vida es sueño; premio OH de las artes escénicas de Asturias 2024 por la dirección de Ada Byron, la tejedora de números; y Premio Teatro de Rojas 2021 y Premio los METjores en Teatro Madrid 2022, ambos por Nekrassov.
Ernesto Arias confiesa estar muy nervioso ante lo que define como un acontecimiento histórico como es el presentar una obra inédita.
Tenemos una enorme responsabilidad al hacerla sobre un escenario, y, a la vez, me siento muy afortunado. Cuando Eduardo me pasó el texto y lo leí me entusiasmé tanto que espero que el público salga tan entusiasmado como yo. Pensé que me resultaría un poco fácil porque es un personaje que está en una silla de ruedas, y dije: “¡Que bien, me van a llevar y traer!”, que lo hace Eva Trancón, pero un personaje condenado a la silla de ruedas, de alguna manera, esta obliga a mirarse mucho en su interior, y entonces he tenido que viajar mucho a mi interior, buscando esos aspectos que me conectan con el personaje y los que me alejan. Ha sido un viaje apasionante muy bien acompañado y arropado por Eduardo, muy preciso. En la construcción de mi personaje hemos trabajado muchas veces juntos.
Ernesto destaca que ese acompañamiento se prolonga a sus compañeros ya que no es una función de protagonistas, pues todos los personajes representan un polo de tensión en este ambiente familiar y cumplen una función muy determinada.
La belleza de Gloria (Lara Grube) contrasta con la decadencia de mi personaje, impedido en una silla de ruedas, que se siente aislado y condenado; su hijo Alberto (Luis Espacio) que quiere emanciparse, pero necesita de la cobertura económica de su padre; lo enigmático del personaje de María (Eva Trancón), y ese Intruso (Agus Ruiz) que llega y desencadena todo. Creo que todos los personajes son protagonistas, incluso la presencia en escena del pianista (Iván López-Ortega) que crea ese enigma y ese misterio en la atmósfera. Es una obra en la que la trama hace que todos los personajes estén obligados a mirarse en su interior y a cuestionarse su propia naturaleza, su propia existencia, incluso el que desencadena todo, que podría decirse que es Pedro. También espero que el público se sienta obligado a mirarse dentro.
De la puesta en escena Ernesto precisa que, aunque se desarrolla en los años cincuenta, lo inteligente de Eduardo es el haber sabido mediante
algunos detalles escénicos acercar todo este universo de los años cincuenta al mundo co0ntemporáneo de modo que el público de hoy lo sienta muy cercano.
Partimos – añade Eduardo –de la propuesta estándar que el autor hace, pero seguimos su camino. El autor desmonta la función completamente y la convierte en algo loco en cuanto que la desestructura y, al final, te encuentras a todos los personajes en un sitio que ya no sabes ni cuál es. Nosotros hemos seguido su pista, pero no es que hayamos superpuesto nada.

FOTOS: JAVIER NAVAL
AGUS RUIZ, El Intruso
UN TESORO A DESCUBRIR
Agus Ruiz (Santander, 1979) comienza su formación en arte dramático en Santander y funda su primera compañía de teatro. Continúa su formación en el Method Studio de Londres y más adelante, en el estudio de Juan Carlos Corazza, Madrid. En los últimos años destacan sus participaciones en Historia de una escalera, (directora Helena Pimenta); Macbeth (director Alfredo Sanzol); La Hija Del Aire y El Concierto de San Ovidio, (dirigidos ambos por Mario Gas); Julio César y Escuadra hacia la muerte, (director Paco Azorín); El Caballero de Olmedo, (director Lluis Pacual); La Francesa Laura, (director Marta Poveda); La Gaviota, (director Chela de Ferrari); Hard Candy, (director Julian Fuentes Reta); El Elogio De La Estupidez, El Burlador de Sevilla y Sueño de una noche de verano, (las tres bajo la dirección de Darío Facal); Romeo y Julieta, (director Román Calleja); La Isla, (director Cristian Magaloni y Jorge Serra); y La Cantante Calva, (director Jorge Serra). Como actor en el teatro lírico destacan los montajes La Tabernera del puerto con Mario Gas; y Maruxa y La brecha con Paco Azorín. Ha participado en numerosas series de televisión.
No había leído ni siquiera “Tiempo de silencio”, sólo tenía referencias del autor. Cuando Eduardo me acercó “Viaje hasta el límite”, era como un tesoro a descubrir, una responsabilidad de aventura muy bonita. Me lancé a leerlo y me enganchó, sobre todo la psique de los personajes, los conflictos y la acción que tenía la obra. Hay una parte muy filosófica, muy poética y muy potente que me asustaba por ser muy filosófica y podía demorar la acción, pero lo suple la versión de Eduardo que es superatractiva, muy interesante, muy hermosa y muy apasionante.
Al Intruso, el personaje de Agus, el autor lo llama Paco Vidal
No sé si es real o no. Es al único al que le da autoría, pero como es tan zorro, tan inteligente y tan cabrón, igual es como inventado. Como personaje el Intruso, el es muy divertido de hacer y muy actual como la propia obra. Este personaje creo que refleja el momento que estamos viviendo ahora políticamente, lleno de ambiciones. A mí, en general, me atraen personajes como Donald Trump, conseguidores y que fardan de ser el malo, narcisista. Estos personajes son muy divertidos de encarnar. La obra, para mí, es un regalo, un gustazo y un privilegio.
Agus nunca ha tenido la ocasión de trabajar con el resto de sus compañeros, salvo con Ernesto Arias para una asesoría de verso en el “El burlador de Sevilla”, y con Lara Grube en un proyecto que no se llevó a cabo. Sí conoce las interpretaciones de sus compañeros, las cuales admira, y trabajar ahora con ellos es una maravilla.

FOTOS: JAVIER NAVAL
Como síntesis, Eduardo piensa que “Viaje hasta el límite”
es una función que tiene que ver con las emociones y con lo introspectivo que ha señalado Ernesto Arias. Los personajes buscan incesantemente su sitio en un entorno familiar y social muy propio de la época, pero que nos va a traer mucho a la nuestra porque las estructuras siguen siendo muy parecidas.
FUNCIÓN
Del 3 de mayo al 8 de junio19 de 2025: 19:00 h
PRECIO
6€ a 22€
Día del espectador
25% de descuento en funciones de martes y miércoles.
Título: Viaje hasta el límite
Autor: Luis Martín-Santos
Versión: Eduardo Vasco
Escenografía: Carolina González
Vestuario: Lorenzo Caprile
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Música y ambiente sonoro: Eduardo Vasco
Ayudante de dirección: Laura Garmo
Una producción del Teatro Español en coproducción con GG Producción Escénica
Pianista: Iván López-Ortega
Intérpretes: Ernesto Arias (Pedro), Lara Grube (Gloria), Agus Ruiz (El Intruso), Eva Trancón (María), Luis Espacio (Alberto)
Dirección: Eduardo Vasco
Duración: 80 minutos
Estreno en Madrid: Teatro Español (Sala Principal), 3 – V – 2025

copyrigt diazsande
TEATRO ESPAÑOL
(Sala Principal)
Plaza de Santa Ana, Calle del Príncipe, 25
28014 – Madrid